13/11/17

Vinya Cofoia...


6 comentaris:

  1. Que bella versión de un mismo tema, los colores tan bellos y el fuerte contraste de la cepa con sus hojas llenas de luz, lograste una imagen especial. Enhorabuena.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Esta es mas reciente, las hojas ya habían caído,
      pero el día era mas soleado, y con tanta luz....
      Muchas gracias, de nuevo, por tu constáncia.

      Elimina
  2. La belleza de un ocaso. Y esta cepa ha tenido la gran suerte de rodear su añil ocaso de lágrimas de luz. Si yo fuese cepa sería feliz de que mis últimas y doradas hojas cayeran, como las de ella, triunfantes sobre tan soberbio escenario así: como el telón rojo que cae, entre aplausos, al final de la función.

    Abrazotes gordotes

    ResponElimina
    Respostes
    1. El ocaso es bello, si el traspaso es esperánzador.
      Pero como decía alguien... todo es bello, sobre la
      faz de la tierra, solo mostrar lo que está en tus ojos.
      Nostálgicas visiones, las tuyas, con final feliz !!!
      Gracias poetisa del ancho paráje.

      Elimina
  3. En esta ocasión la vinya está más desnuda. Estará contenta con sus dos retratos, cual maja de Goya...
    Un fuerte abrazo, Fernando.

    ResponElimina
  4. El tiempo no perdona, y las hojas muertas salen a cantar, y las vivas, con mas
    resplandor, luchan por cubrir desnudeces, que en este caso, a pesar de la edad,
    relucen por si solas....
    Dentro de cien años... todos calvos... y la cepa también.
    Cosas de la vida. !!!
    Otoñales saludos, amigo Oñera.

    ResponElimina