Ya observo la etiqueta, has conseguido un trabajo muy interesante, aprovechando el color de la acuarela y el uso de las ceras con esa fuerza del dibujo que tú tienes, has logrado un trabajo excepcional. Enhorabuena.
Pintado sobre un papel de estraza, muy grueso, con el que me he confeccionado un cuaderno. Es digamos distraido y curioso pintar en el, necesita tienpo de secaje, para poder apreciar los colores.... y seguir insistiendo. Si no excepcional, al menos digno para figurar en una carta de menú. Vamos tirando, pintando, con variaciones. Mucho gusto por tus halagos Carmen.
Estos piscis que reposan en la blanca frialdad de "la morgue" no sólo están geniales, es que son muy, pero muy evocadores. Usted ya sabe, mi mentedemente y sus asociaciones, pero es que ha sido verlos y, por fisonomía y paleta de color, asociarlos con varios de los enanos bufones retratados por Velázquez: me remito a la Maribárbola que aparece en Las Meninas o a Don Sebastián de Morra, o el mismísimo Niño de Vallecas. Ya sabe usted que yo estoy muy loca, pero es lo que veo, pero busque las imagenes de los citados Velazquianos y como padre de las criaturas piscianas dígale a esta pisciana loca lo que concluye tras la pisciana asociación. También me llevan estos piscis de cuerpo presente a Manet, pero no tiene mérito, dado que Manet cambió su palete cuando en El museo del Prado vio las obras de Velázquez. Esto me lleva a pensar que cómo habría reaccionado, pictóricamente hablando, tras contemplar estos, sus magistralmente frescos y difuntos piscianos...
Abrazotes gordotes Posdata: dígame algo, mayormente por si tengo que pidiendo plaza en el frenopático, pero el difunto grande es descendiente directo de La Maribárbola.
En una visita a la piscifactoría me encotré a la Maribárbola, dando pienso a los peces... estaban verdaderamente emocionados que su media parienta los siguiera amamantando, había abandonado Palacio, y se dedicaba, en una O.N.G., a socorrer a los hambrientos, sin saber que los hambrientos eran los clientes que esperaban el Gallo de San Pedro, para marcarse una buena comilona, se parecía tanto, la susodicha, que mas de un cliente la había tumbado a la parrilla. A Manet, no sé, pero amanecía cuando abandoné el lugar, y por el camino subía una comitiva real, que realmente olía a mar, pues sus componentes, que eran la mar de distinguidos, uno vestia de mora, su niño me dijo que iban a Vallecas, parecían un poco locos, andando por el prado. Si encuentra uno de estos lindos apartamentos, para parsar una temporada, al sol que mas calienta, ruegole se ponga rapidamente en contacto, pues tengo unos señores de BLANCO, que queren sacarme a dar un pasao... !!! Un abrazo, GRANDE.
Ya observo la etiqueta, has conseguido un trabajo muy interesante, aprovechando el color de la acuarela y el uso de las ceras con esa fuerza del dibujo que tú tienes, has logrado un trabajo excepcional. Enhorabuena.
ResponEliminaPintado sobre un papel de estraza, muy grueso, con el que
Eliminame he confeccionado un cuaderno.
Es digamos distraido y curioso pintar en el, necesita tienpo de secaje, para poder apreciar los colores.... y seguir
insistiendo.
Si no excepcional, al menos digno para figurar en una carta de menú.
Vamos tirando, pintando, con variaciones.
Mucho gusto por tus halagos Carmen.
Estos piscis que reposan en la blanca frialdad de "la morgue" no sólo están geniales, es que son muy, pero muy evocadores. Usted ya sabe, mi mentedemente y sus asociaciones, pero es que ha sido verlos y, por fisonomía y paleta de color, asociarlos con varios de los enanos bufones retratados por Velázquez: me remito a la Maribárbola que aparece en Las Meninas o a Don Sebastián de Morra, o el mismísimo Niño de Vallecas. Ya sabe usted que yo estoy muy loca, pero es lo que veo, pero busque las imagenes de los citados Velazquianos y como padre de las criaturas piscianas dígale a esta pisciana loca lo que concluye tras la pisciana asociación. También me llevan estos piscis de cuerpo presente a Manet, pero no tiene mérito, dado que Manet cambió su palete cuando en El museo del Prado vio las obras de Velázquez. Esto me lleva a pensar que cómo habría reaccionado, pictóricamente hablando, tras contemplar estos, sus magistralmente frescos y difuntos piscianos...
ResponEliminaAbrazotes gordotes
Posdata: dígame algo, mayormente por si tengo que pidiendo plaza en el frenopático, pero el difunto grande es descendiente directo de La Maribárbola.
En una visita a la piscifactoría me encotré a la Maribárbola,
Eliminadando pienso a los peces... estaban verdaderamente emocionados
que su media parienta los siguiera amamantando, había abandonado
Palacio, y se dedicaba, en una O.N.G., a socorrer a los hambrientos, sin saber que los hambrientos eran los clientes
que esperaban el Gallo de San Pedro, para marcarse una buena comilona, se parecía tanto, la susodicha, que mas de un cliente la había tumbado a la parrilla.
A Manet, no sé, pero amanecía cuando abandoné el lugar, y por
el camino subía una comitiva real, que realmente olía a mar,
pues sus componentes, que eran la mar de distinguidos, uno
vestia de mora, su niño me dijo que iban a Vallecas, parecían
un poco locos, andando por el prado.
Si encuentra uno de estos lindos apartamentos, para parsar una temporada, al sol que mas calienta, ruegole se ponga
rapidamente en contacto, pues tengo unos señores de BLANCO,
que queren sacarme a dar un pasao... !!!
Un abrazo, GRANDE.