La calidez y la frialdad, la fortaleza de una luz que se abre camino imparable, la delicada cadencia que encierra el movimiento que generan esas hojas que aún se aferran a las ramas. La atmósfera de esa bruma que se desvanece atrapando, enmascarando aún el último plano y dejando al descubierto, nítido el primero, descubriendo al espectador la espectacular belleza de un magnífico contraluz que, a su vez, amanece.
Si contemplando un papel pintado, puedes llegar a hacer un pequeño, en tamaño, pero grande, en sentimiento, ensayo como este, no puedo, no pued do imaginar, aun que lo sé, lo que serías capaz de hacer delante de un tema importánta. Lo agradezco profundamente. Pero, amiga mía, aquí solo AMANECE QUE NO ES POCO. Que grande eres Margarita....
Ya quisiera yo, interpretar los árboles, con la libertad que lo haces tu. Se ha hecho lo que se ha podido, respecto al color, y la luz, pero en el fondo es un ensayo de como manejarse con el pincel espada, que tiene su guasa. Contento de que te guste, amiga Carmen.
Contraluces, un tema que por su color, en el contraste, e intento de cegadora luz, me gusta de siempre, grandes contraluces se han interpretado, y luchando y corrieno tras de ellos, " lo que te queda!!!! " Amigo, siempre portador de agradables palabras.
!Que calidez! es lo primero que siento al mirar tu amanecer, esa luz que inunda cada rincón a trevés de ese encaje de bolillos que reprentan las ramas de lor árboles, me llena de energía, muy buena acuarela. Aperta, Fernando.
Calidez si, pero naturalmente del color, porque el tiempo, de momento, no responde, y los amaneceres son fresquetes. Que te contaré, de experimentar y probar... en este, como he comentado, le tocaba el turno al pincel espada.... Muchas gracias por tus ánimos.
La calidez y la frialdad, la fortaleza de una luz que se abre camino imparable, la delicada cadencia que encierra el movimiento que generan esas hojas que aún se aferran a las ramas. La atmósfera de esa bruma que se desvanece atrapando, enmascarando aún el último plano y dejando al descubierto, nítido el primero, descubriendo al espectador la espectacular belleza de un magnífico contraluz que, a su vez, amanece.
ResponEliminaAbrazotes gordotes
Si contemplando un papel pintado, puedes llegar a hacer un pequeño,
Eliminaen tamaño, pero grande, en sentimiento, ensayo como este, no puedo,
no pued do imaginar, aun que lo sé, lo que serías capaz de hacer delante
de un tema importánta. Lo agradezco profundamente.
Pero, amiga mía, aquí solo AMANECE QUE NO ES POCO.
Que grande eres Margarita....
Colorido, ambientación, luminosidad, mi tema preferido (los árboles), que bien tratados, una belleza. Enhorabuena.
ResponEliminaYa quisiera yo, interpretar los árboles, con la libertad que lo haces tu.
EliminaSe ha hecho lo que se ha podido, respecto al color, y la luz, pero en
el fondo es un ensayo de como manejarse con el pincel espada, que
tiene su guasa.
Contento de que te guste, amiga Carmen.
¡Eso es un contraluz y lo demás son historias!
ResponElimina¡Qué bueno eres con los pinceles en la mano!
Un abrazo, Fernando.
Contraluces, un tema que por su color, en el contraste, e intento de
Eliminacegadora luz, me gusta de siempre, grandes contraluces se han
interpretado, y luchando y corrieno tras de ellos, " lo que te queda!!!! "
Amigo, siempre portador de agradables palabras.
!Que calidez! es lo primero que siento al mirar tu amanecer, esa luz que inunda cada rincón a trevés de ese encaje de bolillos que reprentan las ramas de lor árboles, me llena de energía, muy buena acuarela.
ResponEliminaAperta, Fernando.
Calidez si, pero naturalmente del color, porque
Eliminael tiempo, de momento, no responde, y los amaneceres
son fresquetes. Que te contaré, de experimentar y
probar... en este, como he comentado, le tocaba el
turno al pincel espada....
Muchas gracias por tus ánimos.