Y volvió el color, has conseguido unos grandes contrastes entre los carmines y los blancos, tanto en el fondo, como en los primeros planos, no conozco ese fruto, a mí en principio me parecían brevas. Enhorabuena.
Este siempre debe de estar presente, el color. Estos frutos son... Membrillos, que crudos son muy amargos, tan buena confitura... cuando hervidos y bien azucarados. Los contrastes salen, por su propio pié. Seguiremos investigando. Gracias por tu comentário, Carmen.
Muy trabajado ese fondo, texturas muy interesantes a base de acuarelas, ceras?, acrílicos? y esos membrillos ocupando el centro de la composición y de la atención del que mira, el color cárdeno potencia el amarillo oro de la fruta. Me gusta mucho. Aperta.
Ay !! si supieras lo de los fondos.... Menos al escondite, se ha jugado a todo, y con todo lo posible. La cuestión del color, ha salido así, espontáneo, y a bote pronto, que te puedo contar que tu no sepas. Contento estoy, de que te guste. A PINTAR !!!!
Me gusta el contraste que se produce entre ese aire como en penumbra, una tanto decadente de los propios membrillos frente a la luminosidad que la paleta de colores complementarios da a todo su entorno. La frialdad de los resaltes en blanco consiguen otorgar a la imagen de conjunto una luminosidad, fría, casi mística, y los dos membrillos se me aparecen, cual pareja de solitarios monjes, al abrigo de la luminosidad umbría del claustro del convento.
Ahora que lo dices, un poco conventual si parece, y de una cuaresma tardía. El comer membrillos crudos, tiene su dósis de sacrifício, claustral. Solitários, y tirados por los suelos, de este supuestamente imaginado claustro, dá un poco de frío verlos, a pesar de los cálidos tonos, que cinicamente los envuelven. Margarita..., cosas de la vida...
Es el indicador, del ánsia de comida, a causa de la hambruna reinante. En casa, mirándolos, ya tienen bastante, pasar la servilleta por los lábios.... y a dar una vuelta para distraerse. En cuanto a ilustrar...., no iría mal el retorno de la ILUSTRACIÓN. Amigo, por abrazado me doy.
Y volvió el color, has conseguido unos grandes contrastes entre los carmines y los blancos, tanto en el fondo, como en los primeros planos, no conozco ese fruto, a mí en principio me parecían brevas. Enhorabuena.
ResponEliminaEste siempre debe de estar presente,
Eliminael color.
Estos frutos son... Membrillos, que crudos
son muy amargos, tan buena confitura... cuando
hervidos y bien azucarados.
Los contrastes salen, por su propio pié.
Seguiremos investigando. Gracias por tu
comentário, Carmen.
Tienes razón, membrillos, hace unos días, he estado haciendo dulce de los mismos (de otros), ¡qué buenos.
EliminaMuy trabajado ese fondo, texturas muy interesantes a base de acuarelas, ceras?, acrílicos? y esos membrillos ocupando el centro de la composición y de la atención del que mira, el color cárdeno potencia el amarillo oro de la fruta. Me gusta mucho.
ResponEliminaAperta.
Ay !! si supieras lo de los fondos....
EliminaMenos al escondite, se ha jugado a todo,
y con todo lo posible.
La cuestión del color, ha salido así,
espontáneo, y a bote pronto, que te puedo
contar que tu no sepas.
Contento estoy, de que te guste.
A PINTAR !!!!
Me gusta el contraste que se produce entre ese aire como en penumbra, una tanto decadente de los propios membrillos frente a la luminosidad que la paleta de colores complementarios da a todo su entorno. La frialdad de los resaltes en blanco consiguen otorgar a la imagen de conjunto una luminosidad, fría, casi mística, y los dos membrillos se me aparecen, cual pareja de solitarios monjes, al abrigo de la luminosidad umbría del claustro del convento.
ResponEliminaAbrazotes gordotes de jueves
Ahora que lo dices, un poco conventual
Eliminasi parece, y de una cuaresma tardía.
El comer membrillos crudos, tiene su dósis
de sacrifício, claustral.
Solitários, y tirados por los suelos, de
este supuestamente imaginado claustro,
dá un poco de frío verlos, a pesar de los cálidos
tonos, que cinicamente los envuelven.
Margarita..., cosas de la vida...
Acabo de ver en otro blog tus pescados, ahora aquí estos membrillos... ¡amigo vas a ilustrar un libro de cocina!
ResponEliminaUn abrazo, Fernando.
Es el indicador, del ánsia de comida, a
Eliminacausa de la hambruna reinante. En casa,
mirándolos, ya tienen bastante, pasar la
servilleta por los lábios.... y a dar una
vuelta para distraerse.
En cuanto a ilustrar...., no iría mal
el retorno de la ILUSTRACIÓN.
Amigo, por abrazado me doy.